La época de oro del cine mudo italiano
Al carecer de una tradición propia —debido al prolongado predominio del cine de los Lumière—, al no estar comprometidos con esquemas preestablecidos, al haber aprendido el oficio viendo —e imitando— los filmes de otros, al no haberse visto apremiados por la urgencia de resolver problemas técnicos, los directores del cine italiano de los años 1906 a 1909 fueron capaces de asimilar todos los descubrimientos franceses, británicos y estadounidenses sin renunciar a su genio creador. [i] Como se ha visto, la inventiva italiana fue capaz de mucho y antes de que en Francia naciera el film d’art , el turinés Arturo Ambrosio reconstruyó la aparatosa erupción del Vesubio y sus catastróficas consecuencias en Los últimos días de Pompeya (1908), que se reputó como “la película más sensacional de la época”. En resumidas cuentas, la cinematografía italiana cimentó sus primeros pasos industriales en el film de qualité —el cine histórico y las adapataciones literaria...